¿Cómo funcionan los 5 sentidos de los gatos?

Los gatos tienen un linaje que se remonta a los majestuosos felinos salvajes. Se cree que la domesticación de los gatos comenzó hace más de 9,000 años en el Cercano Oriente, cuando los humanos y los gatos formaron una alianza mutuamente beneficiosa para mantener a raya a los roedores en los asentamientos agrícolas.
A pesar de su convivencia cercana con los humanos, los gatos han conservado muchas de las habilidades sensoriales que sus ancestros desarrollaron para sobrevivir en la naturaleza.
Estos pequeños depredadores están equipados con un sistema sensorial finamente ajustado, diseñado para la caza, la exploración y la comunicación con su entorno. Sus cinco sentidos —vista, olfato, oído, tacto y gusto— no solo les permiten desenvolverse con gracia y precisión, sino que también los convierten en animales extraordinariamente adaptados.
En este artículo te contaremos cómo funcionan los cinco sentidos de los gatos, qué los hace únicos y por qué son esenciales para comprender el comportamiento de estos felinos.
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¿Cómo funciona la vista de los gatos?
La vista de los gatos es una de sus herramientas más fascinantes y está perfectamente adaptada para la caza, especialmente en condiciones de poca luz. A diferencia de los humanos, los gatos son crepusculares, lo que significa que están más activos al amanecer y al anochecer. Sus ojos han evolucionado para aprovechar al máximo estas condiciones.
Uno de los aspectos más destacados de su visión es el tapetum lucidum, una capa reflectante detrás de la retina que amplifica la luz disponible. Sin embargo, su agudeza visual diurna es inferior, y su capacidad para distinguir colores es limitada. Los gatos perciben principalmente tonos azules y verdes, pero tienen dificultades para diferenciar el rojo.
Además, los gatos poseen un campo de visión amplio, de aproximadamente 200 grados, que les permite detectar movimientos periféricos con facilidad. Esto, combinado con su capacidad para enfocar rápidamente objetos en movimiento, los convierte en cazadores extremadamente efectivos. De ahí que les llame tanto la atención los juguetes como las cañas, por sus colores y movimiento.
El sentido de la audición, detector de alta frecuencia
El oído de los gatos es otro de sus sentidos extraordinarios, especialmente diseñado para detectar sonidos tanto de alta como de frecuencia. Los felinos tienen una capacidad auditiva impresionante, que abarca frecuencias de 48 Hz a 85 kHz, lo que les permite oír sonidos que están fuera del alcance de la mayoría de los mamíferos, incluidos los humanos (que solo escuchamos entre 20 Hz y 20 kHz).
Los gatos pueden percibir el sonido de pequeños roedores, como ratones, que emiten ultrasonidos a frecuencias que otros animales no pueden captar. Además, su capacidad para escuchar sonidos de alta frecuencia les permite detectar movimientos sutiles de sus presas, incluso cuando estas son muy pequeñas o están ocultas.
Una característica única de los gatos es la movilidad de sus orejas. Cada oreja puede rotar hasta 180 grados, lo que les permite localizar con precisión la fuente de un sonido. Este movimiento también les ayuda a filtrar ruidos y concentrarse en los sonidos más importantes.
¿Cómo funciona el tacto en los gatos?
El sentido del tacto de los gatos está altamente desarrollado, y uno de los componentes más fascinantes de este sentido son sus bigotes, también conocidos como vibrisas.
Estos bigotes, que se encuentran no solo en la cara, sino también en las patas y otras partes del cuerpo, son extremadamente sensibles y funcionan como sensores de proximidad y textura. Los bigotes están conectados a las terminaciones nerviosas, lo que les permite captar incluso los más mínimos cambios en el entorno.
Los gatos utilizan sus bigotes para navegar en espacios estrechos y oscuros, ayudándoles a medir el ancho de una abertura o a detectar obstáculos invisibles a simple vista. Este sentido táctil también es fundamental para la caza, ya que les permite percibir la posición exacta de su presa, incluso si está fuera de su campo visual.
Además de los bigotes, las almohadillas de las patas también son altamente sensibles al tacto. Estas almohadillas permiten a los gatos detectar texturas y temperaturas, y juegan un papel destacado en su comportamiento de exploración. Por ejemplo, cuando un gato camina sobre una superficie, puede sentir las vibraciones que indican la presencia de presas cercanas.
¿Cómo funciona el sentido del gusto en los gatos?
El sentido del gusto de los gatos es menos desarrollado que el de los humanos. Mientras estos últimos tienen alrededor de 9,000 papilas gustativas, los gatos solo poseen 470 papilas, lo que significa que su sentido del gusto no es tan refinado.
Esto se debe en parte a que los gatos son carnívoros obligados, es decir, su dieta está compuesta principalmente por carne, y no necesitan una amplia variedad de sabores para identificar los nutrientes esenciales.
El gusto también juega un papel en la selección de alimentos. Los gatos pueden rechazar alimentos que no les resulten agradables o que no estén frescos, lo que está relacionado con su instinto de evitar sustancias potencialmente peligrosas.
Además, su sentido del gusto trabaja en conjunto con el olfato, ya que los gatos dependen de ambos sentidos para evaluar la calidad y frescura de los alimentos.